Sin recuerdos la vida se esfuma, deja de tener sentido, se apaga, desaparece… Es vacío, ausencia. Se arrebata la consciencia, la identidad y el ser. Gracias a los recuerdos somos capaces de salir hacia adelante basándonos en nuestros éxitos, podemos recrearnos en tiempos mejores, aprender de lo vivido, compartir, reír, sentir…